Cuando te echan de un trabajo, además del malestar porque te echen, por la pérdida económica o por la incertidumbre de en qué momento vas a encontrar otro trabajo, también pueden doler las preguntas que van a hacerte los de alrededor.
Cosas ante las cuales debes estar preparado: apréndase una respuesta.
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Antes que la gente te pregunte por qué… A veces, las
empresas despiden por criterios económicos o por factores de la producción,
pero también hay veces que las empresas ponen a la gente a la calle por
criterios que no están tan claros. Incluso, hay veces que puede que no haya un criterio obvio y comprensible para
ese despido.
Por
eso, cuando alguien te pregunte “qué ha pasado”, ten preparada una respuesta si no quieres estar dando todo el rato
explicaciones. Una respuesta corta, breve y que no te haga daño. Incluso,
puedes pensar en un futuro y contestar algo así como: “en época de crisis, ya sabes lo
que ocurre, recortes de personal, pero ahora lo importante es que quiero buscar
otro empleo, ¿conoces de algo o alguien que necesite personal? Si es así, te
agradecería mucho que te acordarás de mí”. Con esta frase corta, evitas que te sigan preguntando por el
pasado y pones el enfoque en el futuro.
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También responder con una frase así hace que pares a
la gente e impides que te digan, que “qué vas a hacer” seguido de “la cosa está
muy mal”. Las cosas están mal siempre. Cada cierto tiempo dicen que estamos en
crisis y parece que las crisis son para algunos porque los bares siguen teniendo
clientes, las ciudades turistas y las empresas siguen contratando gente. Tú serás
uno de ellos.
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Que una y otra vez cada persona a la que se lo cuentes
te pregunte “cómo estás” y tengas que replantearte una y otra vez cómo te sientes.
Por eso, ten la respuesta aprendida. No debes estar regodeándote en lo que te
ha pasado con tu anterior empresa y más cuando
son circunstancias que no dependen de ti (otra cosa es que tú hubieras
provocado el despido con alguna falta objetiva, entonces, deberías de trabajar
en evitarlo).
Cosas que te pueden afectar a corto plazo:
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Que te decepciones/desilusiones con todo. Céntrate en
el trabajo que es la búsqueda de empleo. Pon
en off el resto de facetas de tu vida. Si ves que hay personas cerca de ti,
que se preocupan realmente en cómo estás y te preguntan y te ayudan, no las
trates mal, puede ser el único apoyo que te quede y ahora lo necesitas,
necesitas que alguien te provoque bienestar y no sé por qué razón tendemos a tratar mal a los únicos que nos tratan
bien.
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Que hagan leña del árbol caído. Comentarios que te
pueden doler, ¡con todo lo que tú ya
estás sufriendo! ¿Por qué te tienen que hacer estos comentarios? Cuando
antes comprendamos que los seres humanos son de todo tipo y sepamos convivir
con todos esos tipos (o evitarlos) mucho mejor.
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El factor sorpresa: cuando no te lo esperabas,
entonces el shock puede ser mayor. Recuerda
que tardamos unos días en asumir aquellos acontecimientos negativos que nos
pasan. Así que si te han despedido por sorpresa y te encuentras bastante
bien, no te sorprendas que al poco tiempo (unos 15 días, un mes) te dé un bajón
y te pongas mal. Prepárate para ese momento.
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Estar
preparado para que no te den las gracias por los servicios prestados.
Si se acabe una etapa en un trabajo en el que lo has dado todo, en
el que ya nada más podías dar a nivel personal, no puedes estar triste. Solamente
puedes estar orgulloso/a de ti. Con el hecho de que hay gente que no sabe
apreciar el trabajo de otros ya contabas. No
esperes una palmada en la espalda de aquel que te despide sin valorar el
trabajo realizado.
Cosas buenas del desempleo a corto plazo:
- Disfrutar como llevabas tiempo sin hacerlo. Por
ejemplo:
1.
Puedes salir hasta tarde sin
pensar que al día siguiente tienes que levantarte temprano para limpiar, hacer
la comida para la semana, poner lavadoras, etc.
2.
Puedes
estar durmiendo hasta la 13:00 un día entre semana. He dicho un día. No todos
porque ahora tu trabajo es buscar trabajo.
3.
Puedes
ir de compras por la mañana o a algo que te guste y aprovechar que haya poca
gente.
4.
Puedes
levantarte por la mañana desayunar y volverte a meter en la cama y seguir
durmiendo sin preocuparte que tienes que hacer nada urgente.
Todas estas cosas, no tienen sentido hacerlas a largo
plazo, además si se hacen mucho tiempo
pueden llegar a perder su valor. Pero sí
es muy agradable que te lo permitas algunos días.
Y volvemos a lo de siempre. Quizás sea el punto que
necesitabas para poner en marcha aquel proyecto que tanta ilusión te hacía. Es
importante que busques ejemplos y leas cómo lo hicieron otras personas antes.
Cómo a partir de una situación complicada, consiguieron una empresa de éxito.
O estudiar esa oposición que tenían tiempo dándote
vueltas a tu cabeza. El trabajo seguro
es un añadido de valor que hoy en día es cada vez más difícil de conseguir
en las empresas.
Lo más importante es que hagas lo que hagas debes de tener una agenda. Una agenda
de cómo vas a programar tu día a día. Incluso, puedes programar los períodos de
diversión y descanso que seguro los necesitas.
El gasto mejor invertido en este momento: una agenda |
Tienes
que seguir tu agenda. Tienes que cumplir con tus compromisos.
Eso te llevará a no perder tu bienestar durante este tiempo.
¡Mucha suerte en la búsqueda de otro empleo, una
empresa o una oposición! No sueltes tu
agenda. Ella es tu guía.
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