Si estás pensando poner un negocio y no te importa no ganar dinero

By Psicomata - 15 agosto

Durante las vacaciones de verano, al igual que durante el cambio de un año a otro, le solemos dar vueltas a lo que estamos haciendo y ver la posibilidad que habría de acometer un cambio en nuestras vidas, es decir, valoramos la posibilidad de cambiar de trabajo. Cuando trabajamos por cuenta ajena, en un trabajo que no nos motiva del todo o si nos motiva en una empresa con la que no compartimos valores o la relación con los compañeros y/o jefes está deteriorada, entonces es muy normal que en los meses de verano pensamos acerca de las posibilidades de empezar una aventura por nosotros mismos y convertirnos en autónomos. 

Pensamos en todos los beneficios que traería: 

  • Ser nuestro propio jefe. 
  • Hacer las cosas a nuestra manera. 
  • Tener libertad de elección. 
  •  El dinero ganado será completamente para mí y mis proyectos. 

Tal vez, porque estamos en verano, vemos todas las posibilidades que tendría la otra opción desde un punto de vista optimista, sin valorar la contrapartida de esta situación: 


  • Al ser tu propio jefe nunca tienes límites de horarios. Nunca es buena hora para cerrar porque siempre se puede hacer algo más o ¿si estoy cerrado y viene un cliente ahora y lo pierdo? o ¿si cojo vacaciones durante más de un mes y se van a la competencia? La libertad de ser nuestro propio jefe se veía muy bonita en tu cabeza hasta que abriste. 
  • Hay veces que no sabes qué camino seguir o cómo hacerlo, por mucha experiencia que tengas siempre hay situaciones que te sorprenden o te pueden llegar a abrumar. 
  • Caer en la situación de por no saber qué elegir no elegir nada, empezar a procrastinar y quedar paralizado por la ansiedad de desempeño.
  • No es tan fácil ganar dinero como se piensa. La empresa siempre quiere dinero para invertir o seguir creciendo. Que salgan bien los números, no es tan sencillo como parece.  

De todas estas cosas, la mayor falacia, desde mi punto de vista, es la de ignorar la importancia del dinero. O más bien la de "prefiero cambiarme y empezar mi nuevo proyecto y hacer las cosas a mi manera, aunque no gane tanto dinero o aunque, al principio, solamente gane dinero para mantenerme". Primero, no vas a poder hacer las cosas tan a tu manera como crees. Por los clientes, por la legislación, por el propio funcionamiento que se establecerá en tu empresa. Siempre hay limitaciones y siempre estarás atado a la opinión de otros. ¿Sabes eso de "el cliente siempre tiene la razón", no? Pues descubrirás que los clientes influyen mucho en poder impedirte hacer todo como a ti te gustaría. 

Por eso, ganar dinero puede ser que se convierta también en una buena motivación para sentirte bien por el camino elegido y si no ganas dinero, más temprano que tarde, vas a acabar frustrado.  

Por mucho que te guste tu empresa, si no ganas dinero te vas a desmotivar. Ten en cuenta esto antes de abrir un negocio. Si crees que no te va a dar dinero o que te va a dar poco, lo justo para vivir, ten en cuenta algo: los gastos siempre son más de los que esperas. No ganar dinero desmotiva, quizás el primer año no, el segundo tampoco, ni el tercero. Los tres primeros puedes ser feliz trabajando 14 horas al día y ganando lo justo para vivir o algunos meses teniendo que poner algo. Cuando pasa el cuarto, el quinto, sexto y sigues sacando solamente para los gastos de vivir y/o mantenerlo abierto y tu jornada laboral sigue siendo de 14 horas, la desilusión empieza a hacer mella. 

Por mucha ilusión que tengas, por mucho que tu trabajo te guste y te parezca divertido, te vas a desencantar. Incluso te puede dejar de gustar aquello que es tu pasión y esa es una de las mayores crisis que puedes vivir. 

Quizás es mejor que lo sigas manteniendo como pasión-hobby y que no lo pases a negocio si has hecho un plan de empresa y crees que te va a dar poco dinero o lo justo para vivir. 

Todo esto si no tienes trabajadores y te puedes poner por tu propia cuenta. Si necesitas trabajadores, olvídate del tema: "con sacar para el alquiler y pagar salarios vamos tirando". Siempre hay gastos imprevistos. Los que te ayuden a realizar el plan de empresa te lo dirán. Los impuestos, los seguros sociales, la prevención de riesgos laborales, el protocolo de acoso, la firma de horarios, la ley de protección de datos. Son tantos los gastos que hay que tener en cuenta que muchas veces fallan hasta los planes de empresa. Un plan de empresa está mal planteado si no se tiene en cuenta un fondo para imprevistos. 

¿Qué tipo de imprevistos? 

<a href="https://www.freepik.es/foto-gratis/joven-autonomo-pensativo-que-tiene-algunos-problemas-mientras-trabaja-tarde-casa_25910314.htm#query=autonomo%20preocupado&position=0&from_view=search&track=sph">Imagen de Drazen Zigic</a> en Freepik
La preocupación define el estado habitual de los autónomos


En el caso de ser autónomo, el imprevisto más normal y certero es si te sobreviene una enfermedad y tienes que parar durante un tiempo y no has ahorrado para ello. Aunque te den una baja, tener que contratar a otra persona que ocupe tu puesto, persona que no está montando un negocio, sino que es un trabajador, el que quiero cobrar el salario que le corresponde por convenio a final de mes y que no piensa de una manera tan naif como tú de: "con que me dé para sobrevivir me conformo". El trabajador va a querer siempre el salario que marque el convenio y no va a entender que haya meses que haya menos producción, otros más, otros meses malos, otros buenos. No va a permitir esos cambios de salario con los que un autónomo que quiere vivir su sueño se conforma.

Pero es que en el caso de que tengas trabajadores hay una partida que se tiene que tener en cuenta en tu plan de empresa. Además de la partida del anterior párrafo, ahorro para imprevistos, sería la partida para despidos. Imagínate que a los cinco años, la empresa te sigue dando un salario únicamente para vivir y estás cansado porque te haces mayor o porque prefieres ir a lo seguro (¿una oposición?). Si tienes a una, dos o tres personas trabajando contigo, les vas a tener que pagar un despido para poder cerrar la empresa. ¿Has contado con ese gasto? Si no has ahorrado para ello, puede ser que te veas condenado a mantener la empresa que no da beneficios, pero da para pagar todos los gastos, porque no puedas pagar el adeudo del finiquito de los trabajadores. Una pequeña condena en vida. 

Te puedo asegurar que cogerás manía hasta a tu trabajo, hasta aquello que te motivó a dejar tu puesto por cuenta ajena y empezar por ti mismo, porque nada de lo que se hace por obligación, nada de lo que se hace porque no tenemos otra alternativa, se hace con felicidad o satisfacción. 

Por eso, en la época que nos ha tocado vivir de que lo mejor y lo más válido es lo de "empléate por ti mismo", reivindico también el valor de querer trabajar para una gran empresa o para el Estado, es decir, querer tener una vida tranquila y usar tu hobby para los momentos que tengas libres. No te avergüences de ello y que no te hagan creer que lo único que vale es ser emprendedor, porque ser emprendedor significa mucha veces ser esclavo de tus ideales. Y te puedo asegurar que es muy cansado.


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