Hace un tiempo falleció el hijo de una conocida presentadora española. Era un chico joven y que había ocupado páginas de revista y programas del corazón desde que era pequeño y, a pesar de esa exposición, se veía una persona realmente buena, con muchas pasiones, emprendedora, trabajadora. Una persona interesante y con muchas ganas de vivir. 

    Cuando este chico falleció de cáncer hace dos años todo el mundo fue a las redes sociales de la madre para darle ánimos, para decirle lo bueno que era su hijo, para apoyarla, en definitiva. La verdad que es una situación tremendamente dura perder a tu único hijo. Al menos yo empatizo mucho con esa situación. 

    Este año esta presentadora ha vuelto a dar las campanadas. En un momento de la conexión se ha acordado de su hijo y de sus padres que también los ha perdido en los últimos dos años. ¿Qué comentarios he leído en las redes sociales? Se resumirían en los siguientes:

"Vale, ya sabemos que has sufrido mucho. Todos hemos sufrido pérdidas. No me amargues los últimos momentos del año que lo que quiero es reírme".

"¡Qué triste la mujer esta!¡Siempre con sus penas! ¡Qué nosotros también tenemos penas! y ya han pasado dos años, ¿qué nos lo va a estar recordando todo el rato?"

    Así que somos nosotros (el público) los que decidimos cuándo puedes sufrir, cuándo tienes que PARAR de sufrir, cuándo tienes que estar bien, cuándo puedes hablar del sufrimiento que te provoca que alguien como tu hijo haya fallecido. Por cierto, yo no vi lo que dijo, pero creo que habló de la importancia de investigar sobre el cáncer e hizo referencia a que tenía tres estrellas que le cuidaban desde el cielo. Si dijo cosas mucho más terribles o tristes que estas y estoy equivocada alguien me lo puede dejar en los comentarios. 

    Hace mucho tiempo estuve sufriendo por una pérdida amorosa y, al principio, me entendieron pero cuando pasó el tiempo reglamentario, mis amigas me empezaron a exigir que parara de sufrir por ese motivo. No entendían que siendo una relación tan corta sufriera durante lo que ellas consideraban tanto tiempo. Por otro lado, tuve una relación muy larga y me recuperé muy rápido de esa ruptura o, al menos, eso era lo que me decía todo el mundo. Lo gracioso es que mis amigos y, especialmente, los amigos de mi ex le criticaban porque él se echó rápidamente otra pareja y, sin embargo, yo le comprendía. Nuestra relación estaba rota de antes de que lo dejáramos. Por eso, habíamos hecho el duelo antes de romper. 

    En definitiva, que todo el mundo opina: 

La gente opina sobre lo que te puede doler o no doler y sobre el tiempo que tiene que durar tu dolor, tu luto y tu tristeza y el tiempo de duelo tiene que estar acorde a lo que ellos piensan o, en caso contrario, también tendrás que convivir con sus críticas. 

    Me parece muy doloroso. 

¿Por qué la gente me dice cuánto tiempo puedo sufrir?

    Y también me parece ridículo que la gente se eche las manos en la cabeza diciendo que no entiende por qué se producen tantos suicidos en España. Con la poca empatía que mostramos como sociedad, lo raro es que no se suiciden más personas. No es raro que las personas se sientan completamente solas y desamparadas y no sepan dónde pedir ayuda. (Teléfono 024 en España para que te ayuden o escribe a mi correo -mariquillaquinoana@gmail.com- y te contesto)

    Casualmente, el mismo día que pensaba y me sentia mal por estos comentarios, leí una frase en el libro Loba Negra de Juan Gómez-Jurado que me pareció muy oportuna:

"La empatía por la desgracia ajena tiene un límite. Pasado el cual comienzas a sentir que su infortunio es un acto de maldad, cuya víctima eres tú".

     Si también nosotros tenemos problemas y no podemos ayudar a alguien porque no tenemos fuerzas, no le digamos que lo supere ya. Podemos recomendarle asistir a un profesional que le pueda escuchar.