Alternativas a la tristeza: estudiar idiomas

By Psicomata - 16 julio

    Desde hace tiempo, el idioma principal que se nos ha obligado a estudiar es el inglés. Ya sabemos la importancia de este idioma en el mundo como medio de comunicación principal, además, de lo útil que es para encontrar trabajo o, incluso, irte de vacaciones. Sin embargo, no relacionaría el inglés con una alternativa a la tristeza porque como he dicho al principio el inglés ha sido una obligación. Todo lo que se hace como obligación, no se suele disfrutar, excepto si esa obligación te gusta. 

    Por eso, como el estudio de idiomas se ha vivido desde esta perspectiva de «tengo que estudiar inglés porque lo necesitaré cuando sea mayor para trabajar» estudiar idiomas no se ha visto como una alternativa a la tristeza, como una manera de estar bien en el mundo. Por eso, vamos a darle la vuelta y con este post te quiere animar a que si estás triste te plantees esta opción como un medio de estar un poquito menos triste. 

La primera pregunta que te tienes que hacer es la siguiente: 

¿Qué idioma te gustaría estudiar? 

    ¿Cuál es el idioma que más te gusta? ¿Con cuál crees que disfrutarías? Puede ser que no te guste ningún idioma, entonces, esta alternativa a la tristeza no es para ti. Tendrás que seguir buscando otra posibilidad, pero si hay algún idioma que te guste, que creas que se te puede dar bien y/o que puedas disfrutarlo mientras lo aprendes, que te parezca bonito, que te guste su sonoridad o que te guste mucho el país y la cultura del idioma y creas que hablando el idioma te servirá mejor para conocer la cultura y, quién sabe, quizá para hacer un viaje en un tiempo a ese país y disfrutarlo in situ, entonces, ponte a estudiarlo. 

    Por eso, te recomiendo que escojas el idioma que te gusta. Italiano, francés, portugués... son idiomas que suelen gustar mucho a las personas que hablamos en español y los disfrutamos. No obstante, quizás te gustaría aprender chino o japonés porque te encanta su cultura, alemán o euskera porque quieres poner un reto de dificultad, ruso porque te apetece conocer sus grafemas. No importa el idioma que elijas, lo que sí importa es que sea el que te gusta de corazón. El que te hace vibrar cuando lo oyes. 

    ¿Qué no sabes cuál es? En YouTube encontrarás vídeos con todos los idiomas. Escucha algún vídeo y dime lo que sientes. Si te encanta oír ese idioma es que es él con el que disfrutas. 

    Un experimento que hice cuando tuve que elegir qué idioma extra quería estudiar fue ponerme una película inglesa que conociera doblada a varios idiomas. En ese momento, tuve claro cuál sería el idioma elegido. Es cierto que esto no lo podrás hacer con todos los idiomas del mundo porque normalmente encontrarás los más comunes, pero hay doblajes en muchos idiomas importantes. Escucha y elige. 

Es que no tengo tiempo y el idioma elegido tendría que ser el inglés porque lo voy a necesitar. 

    Si tienes que estudiar inglés por obligación, te recomiendo que antes de ponerte o volverte a poner a estudiarlo, vuelvas a coger cariño a este idioma. El inglés es realmente un idioma muy bonito, con sus particulares, sus idioms, sus adjetivos calificativos que lo enriquecen... Sin embargo, cuando vamos a la academia, una y otra vez, empezamos por el mismo sitio, un lugar en el que el idioma aún no es bonito (nivel A2, B1) porque está aún muy limitado y siempre nos pasa lo mismo: cuando llevamos 6 meses lo dejamos y, en unos años, otra vez a volver a empezar. 

    Para evitarlo te recomiendo que antes que te decidas a apuntarte a la academia estés una temporada volviendo a coger cariño al inglés. Lo puedes hacer de muchas maneras:

  1. Escuchando tus series y películas favoritas en versión original. Muchas veces escucharás que si las ves en versión original con subtítulos en español no sirve para nada porque tu cerebro se centra más en lo que lee, que en lo que dicen los personajes. No es verdad. Si tú no lo quieres, esto no pasa. Haz el ejercicio de escuchar lo que dicen mientras lo leen y de cada serie quédate con dos o tres expresiones o palabras que te hayan llamado la atención y las apuntas en tu cuaderno de idiomas. Por cada capítulo habrás aprendido dos o tres expresiones o palabras nuevas y, además, te acordarás del contexto en el que los personajes dijeron esas frases. 
  2. Busca algún canal de YouTube de idiomas que te pueda gustar, hay muchísimos, y ponte una meta de vídeos que vas a visualizar a la semana, por ejemplo, cada semana voy a ver dos horas en vídeos en este idioma. Además, de vídeos para aprender, también hay historias o cuentos contados en inglés. Puede ser muy entretenido. 
  3. Repasa tu cuaderno de idiomas. Crea un cuaderno que sea llamativo, con colores si estos te gustan, bien ordenado, que apetezca leerlo o estudiarlo. Así irás memorizando el idioma. 
    Estos tres trucos los aplicaría antes de apuntarte a la academia, no con la intención de que empieces en un nivel más alto porque, a lo mejor no has pasado la barrera del A2-B1 con esta práctica, aunque probablemente si estos tres puntos los haces durante 6 meses, 1 año, sí es probable que ya no estés, al menos, en el A2, pero sí consiguirás ir más rápido cuando llegues a la academia porque tendrás un hábito

    Un consejo: busca una academia en la que no te obliguen a estar un tiempo determinado en un nivel, si no que te dejen presentarte al examen oficial siempre y cuando estés preparado. Para eso están los simulacros de exámenes. Pide que te hagan uno cuando tú sientas que estás preparado, si es que la academia no te lo ha ofrecido ya. 

 ¿Por qué estudiar idiomas me puede hacer sentir mejor? 

Aprender un idioma que te gusta
Bienvenido al idioma que te gusta
    Aprender siempre nos hace sentir mejor porque, además de mantenernos entretenidos y durante ese tiempo, se deja de pensar durante un rato en lo que nos preocupa, es una actividad reforzadora. Por ejemplo, ir a un viaje y darte cuenta que te sabes comunicar, poner un vídeo en ese idioma y ver que lo empiezas a entender, hacer un examen oficial y conseguir un nivel, son pequeños premios que nos da el aprendizaje y hacen que nos sintamos bien. Pero es que, además, se suele aprender en grupo y eso para ti puede ser un buen estímulo: conocer nuevas personas con las que compartes algo en común. 

    Asimismo, al menos en España, tenemos la suerte de contar con las Escuelas Oficiales de Idiomas que por un módico precio de alrededor de los 200€ puedes aprender un nuevo idioma con clases que duran en torno a las cuatro horas a la semana y que aprendes unos niveles de idiomas muy altos. Estas escuelas te harán tener una rutina semanal de ir a clase, hacer las tareas, leer algún libro en el idioma, es decir, te darán el camino para la consecución de tu objetivo. 

    Si no tienes tanto tiempo, pero aun así te apetece empezar con los idiomas, hay academias con mucha flexibilidad horaria que entre una o tres horas a la semana te pueden introducir en los idiomas con distintos precios. El único compromiso que tienes que tener es el de ir cada semana. Aquí la asistencia es más flexible que en las Escuelas Oficiales, en las que te pueden echar si no vas a clase, pero debes comprometerte contigo mismo a asistir, al menos, una vez a la semana durante el curso escolar. 

    Durante el verano o los periodos vacacionales, una buena recomendación podría ser hacer un viaje al lugar de origen donde se habla el idioma. Puedes ir libremente o puedes ir con algunas horas de clase reservadas cada día. Tanta una cosa como la otra te servirá como un reforzador para que veas todo lo que has estado aprendiendo, pero encima si vas con clases programadas, vas a avanzar muchísimo más rápido que si estudias en tu ciudad de origen. Ya lo verás. Es increíble ver cómo avanzas. 

    Por último, esto para los más atrevidos, hay lugares de intercambio de idiomas gratuitos en casi todas las ciudades. Son bares en los que un día a la semana se reúnen personas de distintas nacionales, a veces, o de distintos niveles (personas que hablan muy bien y personas que hablan como tú que todavía tienes que pensar mucho lo que vas a decir para poder expresarte) y que, habitualmente, son personas muy empáticas con los que están aprendiendo y comprensivas y te harán sentir bien en esta nueva práctica en el idioma. 

    En conclusión, lo bueno que tiene aprender idiomas es que hoy en día aprenderlos es algo ya habitual para todas las edades. Antes se veía normal que los niños y niñas aprendieran idiomas, pero no se veía a adultos practicándolos. En estos días, esto ha cambiado y lo normal es ver a gente de todas las edades estudiando idiomas y más si entras en idiomas como el italiano o el portugués que la gente lo hace de manera motivacional. Aprender idiomas te mantiene activo, despierto y con una rutina muy sana de trabajo. Los idiomas te pueden ayudar a sentirte mucho menos triste durante el tiempo que los estudies y recuerda que la vida es tiempo y cuanto más tiempo estés tranquilo, menos tiempo habrá para sentir sufrimiento. 




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