Estoy experimentando una
sensación que nunca había experimentado antes . Es la sensación de "vivir
el presente" o “en presente”. Jamás en mis treinta
y pocos años de vida había experimentado, de una manera tan espontánea, el
famoso carpe diem que todo el mundo
aconseja, pero que nadie te puede enseñar a vivir o sentir (y que en realidad
muy pocos practican).
Estoy en un momento en el que
el pasado no existe; solo me afecta
en la manera en que me ayuda a afrontar más fácilmente los obstáculos del día a
día. Y el futuro no me presiona. No
me planteo si lo que estoy haciendo es lo correcto, qué va a ser de mi vida, si
voy a conseguir las metas que quiero o, mejor dicho, si voy a conseguir las
metas que la sociedad espera de mí porque lo que yo quiero ya lo he conseguido.
Sé que esta sensación no va a
durar para siempre, pero mientras que pasa, la estoy aprovechando. Doy gracias a las circunstancias por haberme dejado conocer lo que significa
"vivir el momento". Siempre lo había escuchado y yo era consciente de
que no sabía del todo qué significaba, que nunca había vivido completamente en
presente. Casi siempre lo había hecho en pasado
o en condicional ( "si
hubiera...").
Es verdad que uno de los
objetivos diarios que me impongo es vivir en presente para poder conseguirlo. Incluso, he recriminado
muchas veces a compañeros de trabajo o amigos que llegan a la oficina los lunes
y dicen: "ya solo quedan cinco días para el viernes" (esos los que
tienen la suerte de trabajar de lunes a viernes y tener dos días de descanso
semanales) que no podían vivir pensando en el fin de semana, olvidándose de disfrutar cada día. Entonces, me preguntaba ¿qué pasa?¿qué no disfrutamos de los cinco días de
trabajo semanales que tenemos la mayor parte del año?¿únicamente valen las vacaciones
y las fiestas de guardar?
Solemos pasar la vida buscando
objetivos y no disfrutamos del camino.
Y aunque una y otra vez nos repiten que lo importante es el presente y que ni
el pasado ni el futuro existen, a la vez nos presionan con preguntas. Y las
preguntas nunca acaban.
Algunos ejemplos de preguntas de mi vida que quizás compartas:
-
¿Qué vas a elegir
Ciencias o Letras?
-
¿Qué carrera vas
a estudiar?
-
¿Cuándo te vas a
sacar el carnet de conducir?
-
¿Cuándo te vas a
echar novio?¿o te piensas quedar soltera toda la vida?
-
Ahora que ya
tienes trabajito, ¿os casaréis ya, no?
-
Mira, en los
tiempos que corren ya no necesitas un novio para tener hijos ¿has pensado en la
inseminación artificial?
Preguntas que a mí, al menos,
no me han ayudado a seguir el consejo de “disfruta
del momento, pues es lo único que es verdad, lo único que existe”. Me
acuerdo de una amiga que me contaba que la primero vez que escuchó a las madres -que no
trabajan- en las puertas de los colegios, dando las gracias porque se habían
terminado las vacaciones de verano y que al fin los niños volvían al cole, se puso muy triste porque ahí fue la vez que más se dio cuenta que la
gente no sabe vivir el momento. Como dice Jimmi Liao transmitiéndonos su
sensación de angustia con solo dos palabras "ya llego...".
Pero, en realidad, nunca
llega, porque cuando tengo el carnet, el coche, la carrera, el trabajo, el
novio, el hijo, puede ser que me pregunten por un segundo hijo o por un ascenso
o por...Tendré que hacerme más mayor para saber qué más me van a pedir.
6 comentarios
Soy de la opinión de que cada cosa tiene su momento. He tenido suerte, nadie ha marcado los pasos de mi vida, nadie me ha dicho lo que tenía que estudiar, si tenía que casarme, o cuando llegarían los niños. No hay nada programable, en cualquier momento surge un imprevisto, y hay que amoldar nuestra vida de nuevo. Por eso, saborear cada día, debería convertirse en nuestra meta.
ResponderEliminarUn abrazo
Efectivamente, Clara. Pero si tienes más de 30 años y nadie te ha informado que "se te pasa el arroz" entonces es porque lo has hecho cuando se esperaba de ti o porque has tenido suerte de no encontrar "moscas". La gente espera hechos de ti y no se acomplejan en decirte si lo estás haciendo bien o mal. Cuando cada vida es única y tiene sus propias reglas. Y como dices, nada está programado. Y lo programado no sale. :) Abrazo!!!
EliminarHasta ahora no habia leido este post. Estoy de acuerdo al 100% que todos deberiamos vivir mas "en presente" y aprender y disfrutar más del camino. Por mucho que el camino pueda ser dificil y cueste recorrerlo. A demás no solo es enriquecedor disfrutar del momento presente, si no que al hacerlo es cuando más somos nosotros mismos, es cuando nuestra energia esta centrada en nosotros mismos, haciendonos mas atractivos a nuestros ojos y a los de los demas.
ResponderEliminarCarpe Diem!!!
Me alegra que aún te quede algo por leer :))) Estoy de acuerdo contigo: Cuánto más disfrutamos de nosotros, más disfrutan los otros de nosotros. Gracias por el comentario! ;)
EliminarCoincido contigo; En mis paseos en moto he aprendido que el destino es secundario, y lo verdaderamente importante son las vivencias del camino, con sus aciertos y sus errores, que te animan y te enseñan a seguir adelante; El destino fijado puede cambiar a lo largo del camino. La vida es exactamente igual...
EliminarExacto! Los viajes son una perfecta metáfora de este post. Al final no se miden por sitios sino por anécdotas.
EliminarGracias por compartir tu experiencia!!!