Mucha gente me dijo
que no huyera, pero cómo sabes cuando estás huyendo y cuando estás tomando
una decisión libremente. A mí me cuesta diferenciar y más después de haber
pasado los últimos años como los he pasado: desmotivada por el contexto. Para
mí, no había otra opción: tocaba irse.
El mayor error hubiera sido pensar que por cambiar, solo por
cambiar, iba a estar bien. Al final, el esfuerzo lo tienes que hacer y tienes
que poner mucho de tu parte. Pero
estar fuera te permite efectos que no te puedes permitir en tu ciudad, donde te
conocen desde que ibas a parvularios. Eres
libre para comportarte como quieras, para hacer lo que quieras, conocer a
gente nueva que te aportan nuevas historias y también eres libre para sentirte a gusto sintiéndote sola. Y ahora tocaba pasar por esto. Aunque
es cierto que el tamaño importa (siempre importa) y la mayor libertad te la regala
el que sea una de las mayores ciudades del mundo.
Eso sí. No creas que todo es nuevo y diferente. Al final, los mismos esquemas se repiten: habrá gente
que te dirá que te quiere y no te querrá, sufrirás traiciones, tendrás amigos
que se convertirán por un tiempo en nuevos guías de tu vida y pronto se irán,
incluso, conocerás a mucha gente que no te sorprenderá, pues te recordarán a
algún modelo de referencia que ya tienes en tu ciudad. Es curioso las veces que
dices: “me recuerdas un montón a un amigo/a una amiga de mi ciudad”. Pero
aunque se repitan estos esquemas, aquí no te hacen daño, porque es más fácil poner una barrera infranqueable
a tu corazón, la barrera de “lo que pasa en
esta ciudad, se queda en esta ciudad”.
6 comentarios
Me gustó, es que he pasado por esto. Sí, para darme cuenta después que la vida vuelve a ser lo mismo en cualquier lugar, que no podemos evadirnos sin ser encontrados por la “humanidad” (Aunque sí hay ciertas cosas que podemos enterrar, digamos que referidas al tema amoroso)
ResponderEliminarPero qué lindo es vivir sola en una ciudad diferente y empezar a descubrir los rincones. Bue, parece que no me pongo de acuerdo en la idea jaja.
Un abrazo, estés donde estés.
Ese mensaje del final, en los oídos, es el cielo.
Efectivamente Vivian, la humanidad nos encuentra como muy bellamente dices pero otras se entierran ;) Sí que te pones de acuerdo con la idea porque todo lo que dices es verdad. Gracias. Otro abrazo para ti.
EliminarEsa ilusión que ponemos cuando hay que cambiar de rumbo.....Alejarnos de lo cotidiano nos ayuda a ver las cosas desde otro prisma. En otro lugar pasamos desapercibidos, y cada rincón es anónimo, no tiene recuerdos para nosotros, es virgen de memoria.
ResponderEliminarCreo que lo estás consiguiendo P.
Un abrazo apretao
Eso es. Eso se lo intentaba explicar ayer a una amiga, la importancia que tenía que esto fuera virgen de memoria. Gracias por tus palabras de ánimo! Ayudan :)))))
EliminarUno cambia y el mundo sigue ahí... otras veces el mundo cambia y uno sigue ahi!!! Es cuentión del ojo con que se vea todo. Me gustó
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, Andrea. Efectivamente, el ojo influye. La ventaja cuando lo cambias todo, es que el ojo al final se inunda y tiene que empezar a verlo todo diferente. A veces, hay que obligarle. Otro saludo para ti.
EliminarGracias por compartir tu experiencia!!!