En fin, ¡el día ha llegado! Ya está aquí:
- Es como la Navidad que, aunque no quieres que llegue, al final siempre llega y tienes que pasar por la cena de Nochebuena con toda la familia por muy deprimido que estés. Aunque la Navidad, al menos, se compensa con la llegada de los Reyes.
- O es como tu cumpleaños cuando ya tienes esa edad en la que piensas que ya has cumplidos los suficientes, que ya no haría falta cumplir más. Pero, llega y cumples. Sin embargo, también el cumple es mejor porque aparte de los regalos -quien los tenga-, casi siempre viene con una felicitación de alguien inesperado (aunque al día siguiente no te acuerdas de ese alguien).
- Por lo malo de la Navidad: todas las tiendas con los grandes almacenes a la cabeza recordándote una y otra vez que estás sola, que no tienes a nadie a quien regalar y peor que te regale.
- Y también eres víctima de lo peor del cumpleaños, igual que hay gente que se atreve a preguntarte la edad, en San Valentín puede haber graciosillos que van y te sueltan "oye y ¿cuántos años van sin novio?" Y cuando pronuncian la palabra "novio" sueltan una sonrisilla que no logro entender muy bien porqué.
Vale, ahora mismo estaréis pensando: "mira qué bien le funciona el autoengaño" (me encanta este término y un día se merecerá un largo post), "si dice esto es porque en realidad lo está deseando".
Y yo os digo: "Vale, puede ser que haya parte de autoengaño porque si esa persona que sabéis me hubiera querido, quizás, estaría con ella, pero ¿de verdad que el hecho de estar sola es mi única opción?"
Yo creo que no, especialmente, con los últimos descubrimientos que he hecho en el arte de conseguir pareja.
¿Cómo conseguir que alguien al que tienes la sensación que le gustas un poquito caiga a tus pies?
Pongo que le gustas un poquito porque esto lo he observado entre personas en las que hay un mínimo de atracción física, pero no dudo en que pueda servir también en más casos para crear una llama, pero funciona sobre todo si sabes que le gustas un poquito. Cuestión de observar.
Si eres chica, ¿de qué manera hacer que el que te gusta se quede con la boca abierta?. Un truco. Pregúntale por lo que le gusta. Por ejemplo, si le gusta el motor, pues pregúntale y ¿esta moto?, ¿cuántas marchas tiene? ¿cuánto coge? ¿cuántos centímetros cúbicos tiene este coche? Aunque solo con hacer referencia al color de la tapicería del coche y lo bonitas que tiene las llantas ya puede caer rendido, pero como en este caso lo que pretendes es que te haga un regalo dentro de un año, si ya le preguntas esto, pensará que tú estás en otro nivel. Es que es curioso: ¿habéis escuchado una conversación entre mujeres y hombres cuando se habla de vehículos. Las mujeres siempre preguntamos: ¿de qué color es? Los hombres: ¿cuánto coge? o ¿centímetros cúbicos, caballos, etc?
Si eres chico, y sé que tampoco es fácil lo que voy a decir, lo que tienes que hacer es "ajá" pero si puede ser hazlo mirando a los ojos, sin interrumpir, y entonces, es que la vas a hacer muy feliz . Y bueno, si ya le preguntas sobre algo que te comentó hace 10 minutos de conversación y lo relacionas con lo que te está comentado ahora, entonces ya es tuya. Efectivamente, me estoy refiriendo a escuchar en una conversación. En general, las personas valoramos mucho que nos escuchen porque nos sentimos poco escuchados por los demás. Pero siempre hay una queja generalizada y es que los hombres escuchan menos. Yo creo que más bien en que las mujeres suelen escuchar más. Por eso, se valora muy positivamente que alguien te escuche y más la persona con la que estás pensando si es el adecuado o no para mantener una relación.
Por eso, sigue estos trucos, y quizás el año que viene estés agobiado o agobiada porque a estas horas se te ha pasado y aún no has comprado el regalo de San Valentín.
Y recuerda: HOY ES JUEVES.
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