Las relaciones a distancia duran. ¿Qué pasa con las relaciones a distancia? |
¿Por qué las relaciones a distancia tienen tan mala fama?
Principalmente, la razón por las que las relaciones a distancia tienen tan mala publicidad es porque las personas igualan el amor con el contacto. Muchas veces el amor se ve como posesión del otro, como tiempo con el otro o como contacto físico con el otro. Entonces, si valoramos el amor con estos criterios las relaciones a distancia saldrán malparadas intuitivamente porque se da por hecho que hay menos contacto. El amor va mucho más allá del contacto físico. El amor es un compromiso mayor que tienes hacia algo o hacia alguien. Pensemos, por ejemplo, ¿cuántas relaciones hay de convivencia en la que el contacto se reduce solo a la noche y se está tan cansado que ni siquiera se habla? Solo nos tumbamos en el sofá a cenar y ver lo que nos dice la tele. Sin embargo, las relaciones a distancia sí que exigen un esfuerzo, sí que exigen un compromiso por las dos partes de tener que conectarse o llamar por teléfono y preguntarse cómo has pasado ese día. Por eso, la mala fama está injustificada.
Algunos problemas de las relaciones a distancia que hay que vigilar.
Los problemas principales de las relaciones a distancia son los siguientes:
- La confianza que tengas en esa persona. Si confías en la otra parte, llevarás mejor la relación. Si ni siquiera confías en la persona cuando estáis juntos, una relación a distancia se hará difícil de sobrellevar porque los pensamientos e ideas de desconfianza siempre estarán presentes.
- Lo celoso o celosa que seas. Las personas celosas pueden tener mayores dificultades en tener una relación a distancia puesto que pueden pensar que el otro tiene muchas más oportunidades de engañarle. No es verdad. Quien te quiera engañar siempre encontrará la oportunidad para hacerlo por muy cerca que lo tengas. La única diferencia es que la persona que engaña tendrá que poner más ingenio si estás cerca.
- La necesidad de cariño que tengas. En este sentido, a las personas más dependientes, que no sepan estar solas, que necesiten mucho contacto físico y emocional de su pareja les va a costar más tener una relación a distancia. Una persona que se encuentra a gusto sola, que no necesita el contacto continuo del otro, podrá mantener por más tiempo una relación a distancia.
- Apoyo social. En este caso, tener un grupo de amistades con las que estar hace que sea más fácil la distancia. Normalmente, el que se queda en el sitio suele tener un grupo de apoyo más fuerte y tiene menos apoyo al principio el que se ha marchado. No obstante, también existe la posibilidad de que sea una pareja que se haya distanciado de sus amigos y siempre hayan estado juntos y ahora haya que volver a contactar con gente para ocupar ese espacio que ocupaba tu pareja. En ese sentido, la persona que se queda va a tener que tirar de antiguos o nuevos amigos y puede ser que se sienta muy sola en un primer momento.
- Estar a gusto con la decisión que se ha tomado. La falta de apoyo social del principio de la persona que se va, la puede compensar lo a gusto que te sientas con la decisión que has tomado, lo que te guste tu nuevo trabajo, el sitio en el que estés, incluso, la tranquilidad que te da hacer aquello que querías hacer. El problema en este sentido viene cuando conocemos a gente nueva en el nuevo sitio y nos vamos alejando psicológicamente de nuestra vida anterior porque no somos capaces de llevar las dos vidas (o lo que nosotros interpretamos como dos vidas), ya que pensamos que mantener al 100% la vida anterior nos hace no ser capaces de vivir la que tenemos delante. Esto puede tener una influencia negativa en la pareja y más si el otro es demandante.
- El poco control que tenemos sobre la situación. Dependemos de los transportes, el trabajo, los horarios y nuestro dinero para poder vernos, no solo de las ganas que tenemos.
- Tener malos hábitos a la hora de resolver los conflictos entre la pareja. Una ventaja que tienen las personas que viven juntas a la hora de resolver los problemas es que pueden pasar enfadados unos días y sin hablarse, pero al estar viéndose cada día eso calma su ansiedad. Sin embargo, las personas que viven en la distancia, si se pelean y deciden no hablarse durante esos días de pelea causa una mayor ansiedad porque no sabemos cómo está el otro, no vemos lo enfadado que está, no sabemos cuándo es oportuno llamarle para arreglar el tema. Podemos sentir un mayor vacío.
- Haber establecido malos patrones en la comunicación pueden causar mucho daño. El más dañino: colgar el teléfono. Imaginemos que nos estamos peleando y decimos: "no quiero seguir hablando contigo" y entonces colgamos. Este actitud puede causar mucho dolor en el otro.
- ¿Cómo sería la mejor manera? Un tip para no causar este daño:
- Si estamos muy cabreados mejor tranquilizarnos y emplazarnos a otro momento para hablar. "Ahora mismo estoy muy enfadado y voy a decir barbaridades, por eso, si te parece vamos a dejar la conversación aquí y mañana por la noche la continuamos, ¿vale?, pasa buena noche y buen día mañana y por la noche, nos vemos". Esa siguiente llamada para solucionar sería ideal que fuera en videollamada.
Recuerda, no es lo mismo una relación a distancia que poner distancia en la pareja. Dos personas que mantengan una relación a distancia se pueden sentir mucho más cerca que dos personas que vivan bajo el mismo techo.
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