"La semana pasada me enteré que tienen que operar a mi madre de una intervención bastante grave y lo pasé fatal. Entonces, se lo conté. Yo necesitaba un abrazo. Él me decía que si estaba reventado y no podía venir a verme (y eso que vive al lado de mi casa). Total que al final se puso el despertador en la siesta pero no se despertó. Me pidió disculpas pero yo estaba mosqueada. Total que la tuvimos y al final decidió venir a verme a mi casa perdiéndose su clase del gimnasio (a la que nunca había faltado). Vino al principio de mala leche pero luego me pidió disculpas por no haber estado ahí. Hablando y hablando rompió a llorar y me contó una historia muy personal suya. Al final acabamos abrazados y todo muy bonito y me dijo que se alegraba mucho de haberse perdido esa clase". (Usuaria del blog).
Leo esto y soy capaz de ponerme completamente en la piel de la protagonista. ¿Cuántas veces habré pasado yo por ahí con personas "muy especiales"? Personas que pensé que se iban a convertir en el amor de mi vida y que a día de hoy ni siquiera sé nada de ellas. Bueno, sólo sé una cosa: que estoy bloqueada en el whatsapp porque no quieren ningún contacto conmigo.
Si nos salimos de los sentimientos románticos que todos llevamos incorporados, vamos a analizar la situación:
- Estás en una situación tensa, se lo cuentas a otra persona y le tienes que informar de que necesitas un abrazo y el otro te informa de que está reventado. Una persona no necesita pedir un abrazo. Si el otro tiene un mínimo de empatía se da cuenta de que una intervención de riesgo a un familiar tan cercano suele ser una situación que nos provoca ansiedad. Por lo que no tienes que pedir nada. El otro busca el momento para dártelo.
- Puede ser verdad que esa persona esté cansada y necesite urgentemente descansar y puede que el sueño le venza y no se levanta de la siesta, pero no es necesario que el otro le informe de que está enfadado. El otro lo puede intuir y va corriendo a ofrecer su ayuda.
- ¿Perder una clase en el gym, de inglés o de artes marciales es tan relevante en esta situación? Si la otra persona es tu pareja, la pierdes y ni te planteas de que te alegras de haberla perdido. Te sale natural acompañar a quien tú amas.
- ¿Por qué vino de mala leche si su pareja necesitaba lógicamente estar con él? Luego recapacita y pide disculpas pero hacer sentir mal a una persona que está viviendo una situación de estrés porque van a operar a un familiar cercano, no es sano.
- Lo que más me gusta es el final y como acaban estas situaciones surrealistas de amor en deuda. Al final es él el que acaba confesando una situación del pasado que le hizo daño y ella acaba maravillada de que él le ha compartido esa situación. Realmente era ella la que estaba mal y a no ser que la situación tuviera que ver con una intervención similar de un familiar, no tiene mucho sentido que se mezclen otro tipo de sentimientos. Y encima ella se siente súper feliz porque él le ha dicho que ha hecho el increíble superior esfuerzo de dejar su clase por estar con ella.
¿Creéis que esto es una pareja en la que se ama en igualdad de condiciones o una pareja en la que se está mendigando amor? ¿Podría corresponderse con ese amor en deuda en la que una parte siempre tiene que hacer y ser perfecta para la otra para que no le abandone, que siempre está en la cuerda floja de que en cualquier momento puede ser abandonado, en la que se siente que no se es suficiente para el otro?
Hay veces que le pedimos el mínimo al otro pues sabemos que si le pedimos más nos va a abandonar. Al mismo tiempo, sobrevaloramos todo lo que el otro nos da porque esa relación se ha construido con la premisa de: "Yo no quiero estar contigo porque no quiero pareja. Así que agradece todo lo que te doy porque cada muestra de cariño que te doy es lo máximo que te puedo dar". Y tú ves ese máximo como el mayor de los regalos que te trae esta historia de amor de cuento de hadas (en los libros) de sufrimiento (en la vida real).
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