Cuando era pequeña creía que era normal e, incluso, justo repetir curso. Sin tener mucha idea crítica sobre pedagogía, pensaba que lo lógico era que sino aprobabas el curso, entonces lo mejor y más sabio era volver a hacer ese mismo año para que así, según decían los profes, consiguieras la maduración necesaria para afrontar el currículo escolar.
Hoy en día, tras mi experiencia formativa y profesional puedo decir que repetir no sirve para nada, especialmente, si esa repetición de curso no va acompañada con cambios en la forma que el alumno tiene de afrontar el currículo escolar. Entonces es probable que el niño ni saque mejores notas o, incluso lo que es peor, que vuelva a repetir.
Carlos tiene 14 años y ha repetido primero de la ESO. Lo conocí a finales del segundo trimestre cuando su padre llegó diciendo que "ya no sabia qué hacer con su hijo", "que era un vago y era imposible que aprobara". No sólo eso. Temía que si seguía así volvería a repetir.
En el primer trimestre le habían quedado 7. El padre no conseguía entenderlo porque "¡¡¡ya era la segunda vez que hacía esas asignaturas!!!" y se preguntaba que si "por lo menos para un cinco, ¿no iba a estar?".
Antes de conocer a Carlos sentí el típico miedo que siento antes de conocer a una persona en la que hay que provocar un cambio conductual: "nunca sabes si tendré la influencia suficiente para provocar ese cambio". Sin embargo, el Carlos que yo me encontré, aunque completamente desmotivado y con una asunción importante de la etiqueta de "tonto", era un niño que respondía a los ánimos; que sonreía y se alegraba, si confiabas en él; que si le decías "tú puedes sacar buenas notas", aunque al principio no se lo creyera, te escuchaba y le gustaba la idea.
Entonces le empezamos a enseñar técnicas de estudio, le enseñamos a hacer resúmenes, esquemas, subrayar, trucos mnemotécnicos... nada del otro mundo. Y, lo más importante, le quitamos la etiqueta de "repetidor" y le pusimos la etiqueta de "listo", de "vivo", de "responsable" y muchas etiquetas más.
Quedan dos semanas de clase y las notas son todas aprobadas con notables en Sociales y Naturales, bien en lengua. Aún nos cuesta un poco más las Mates y el Inglés porque ahí era donde se notaba mucho más los años en que nadie se había preocupado que estudiara correctamente. El resto de asignaturas la nota es sobresaliente.
En menos de 3 meses, Carlos es uno de los "empollones" de su clase (tenemos etiqueta para todo, ¿eh?) y no sólo eso, sino que está deseando aprender más en Mates y especialmente en Inglés para poder viajar y poder hablar más fácilmente con los profes nativos de la academia.
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