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¿Qué te pasa?
- Nada. - mintió ella.
- ¿Segura? - dijo él.
- Sí.
- Ok. Si me necesitas, aquí estoy.
- Nada. - mintió ella.
- ¿Segura? - dijo él.
- Sí.
- Ok. Si me necesitas, aquí estoy.
Y entonces se sintió realmente segura y empezó a contar.
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